“Coronar la dirección ideológica y moral de la sociedad”. Una de mis luchas como feminista pasa porque las mujeres hagan escuchar su voz, apostando por su relevancia y capacidad de decisión en los procesos políticos, económicos… de nuestro entorno. Los romanos lo llamaban ‘auctoritas’, es decir, el poder legitimado en la influencia y el reconocimiento de una autoridad. Hay mucho por hacer, en primer lugar, impulsar a las niñas y jóvenes a vencer ese reparo, timidez.