“Una huida utópica hacia el Estat propi, a modo de Estado social“. Con el procés varado, vuelven a protestar colectivos afectados por la crisis, como funcionarios, médicos, estudiantes, docentes… Así sublima una de las interpretaciones sobre por qué Artur Mas hizo el giro soberanista en 2012, acercándose al electorado de ERC –más indepe, más social. Y es que todo ello caló, pues para muchos la independencia era una salida quimérica a la austeridad, el malestar.