“Un buen gobernante no se puede asustar porque haya manifestantes llamándole traidor” dijo una vez el expresidente Mariano Rajoy, en alusión a Carles Puigdemont. Y es que hasta la rectificación de esta tarde, el Govern parecía de nuevo en la huída hacia delante -debido a la protesta de los CDR en la calle- mediante el ultimátum de dejar caer a Pedro Sánchez. Ahí la base independentista está muy desafecta por la vía pactista –comisiones bilaterales, presupuestos…– de la que nadie ha rendido cuentas honestamente. Pero para ERC y PDeCAT el temor es que gobiernen PP y Cs, con el juicio del 1-O a las puertas.