Un año después de los atentados de Barcelona y Cambrils del 17-A, y tras los sucesos del 1-O (por los que es procesado por sedición el Major Josep Lluís Trapero ante la Audiencia Nacional), las Fuerzas de Seguridad del Estado y los Mossos tienen por delante el reto de rehacer sus relaciones de cooperación en materia de Seguridad. A la sazón, todavía faltan protocolos de actuación en casos de urgencia y fórmulas para potenciar el trabajo conjunto de ambos cuerpos.