“La difícil integración” quedó irónicamente demostrada en las estampas de las comidas: unos con la pizza, los contrarios en el asador. Aunque la voluntad de Casado es incorporar a personalidades del entorno de Santamaría, el ‘marianismo’ ha sido ya enterrado y es una facción que no prevé dar batalla. El propio Rajoy aseguró que sería “leal”.