Sánchez allana el camino para la reunión del lunes con Torra al acelerar el traslado de los presos catalanes (y poder aplacar así la demanda de referéndum). Pero no es una concesión, es ley: la dispersión sólo tuvo sentido como política de Estado para desarticular a ETA. Además, es un guiño al diálogo que pide ERC para aprobar la renovación de RTVE. Aunque que Cataluña tenga la competencia de gestión penitenciaria no es igual a privilegios.