“Política gestual”. Lo esperable es que Sánchez no entre en cuestiones complejas; si no al contrario, que haga gestos y cambios de amplio consenso para no defraudar a los partidos que le han apoyado y que repitan tras las elecciones, que serán más pronto que tarde. Y el diálogo con Cataluña le ayudará a pinchar la escalada patriótica, donde pierde.